El pavé es una técnica de engaste de piedras que puede transformar una joya en una deslumbrante obra de arte. Sin embargo, dominar este método requiere precisión y un conocimiento detallado de varios factores clave. En RhinoArtisan somos conscientes de la importancia de cada detalle a la hora de diseñar y fabricar joyas excepcionales. Por eso hoy compartimos nuestros consejos de expertos para conseguir un pavé impecable. Estos son los puntos que siempre debe tener en cuenta cuando trabaje con esta técnica.
Empezar por el centro
Cuando la pieza de joyería lo permite, y sobre todo si contiene piedras de tamaños muy variados, es aconsejable empezar el pavé por el centro. Esta técnica ayuda a distribuir las piedras uniformemente y a mantener un equilibrio visual que realza la belleza de cada piedra. Empezar desde el centro también facilita hacer los ajustes necesarios sobre la marcha, evitando acumulaciones desiguales de tamaños que puedan desentonar.

El borde como punto de partida de las superficies onduladas
Si la superficie sobre la que se trabaja tiene muchas ondulaciones y en el pavé se va a utilizar un solo tamaño de piedra o variaciones mínimas, lo mejor es empezar por el borde. Esta estrategia permite controlar mejor las variaciones de la superficie y garantiza que las piedras se mantengan perfectamente alineadas, respetando las curvas naturales de la pieza.
Dejar un margen para correcciones
Es fundamental dejar un margen suficiente en el borde del pavé. Este espacio extra le permitirá hacer correcciones en el resto del diseño sin comprometer la integridad de las piedras o el dibujo del pavé. Un buen margen garantiza que el resultado final sea pulcro y profesional.
Mantener una distancia mínima entre piedras
Mantener una distancia mínima de 0,25 mm entre las piedras es esencial para garantizar que el diámetro de las puntas no descienda por debajo de 0,45 mm. Cuando el grosor de las púas desciende por debajo de 0,40 mm, el proceso de impresión y la sujeción de las piedras empiezan a perder consistencia. No es imposible trabajar con tamaños más pequeños, pero compromete la durabilidad y firmeza del engaste.

Granos de 0,45 mm para un engarce seguro
Para garantizar un engaste seguro, recomendamos utilizar granos de 0,45 mm. Esto permite asentar la piedra y rebajar la púa con una fresa cóncava, permitiendo que la punta de la púa empuje hacia abajo y sujete las piedras tangencialmente. Con menos grosor, no se generará suficiente rebaba para apoyarse en las coronas de las piedras, comprometiendo la sujeción.
Evite el grano sea demasiado largos
No deje las puntas demasiado largas; un grosor de 0,50-0,60 mm es suficiente. Si son demasiado largas, aumentan las probabilidades de que se rompan durante la limpieza de la cera de impresión. En estos casos, es mejor sustituirlas directamente una vez que la pieza esté colada en metal, lo que puede resultar una tarea complicada. Un grosor de 0,8 mm ya sería excesivo y no se recomienda.
Rellena los espacios vacíos con granos falsos
Cuantas más piedras se coloquen en la superficie pavé, mejor será el aspecto final. Sin embargo, en superficies curvas o cuando se utilizan piedras de distintos tamaños, puede haber zonas en las que no quepa ninguna otra piedra, creando huecos visibles. En estos casos, es mejor rellenar estos espacios con granos falsos o puntas que no toquen ninguna piedra. Al acabar y pulir la pieza, el propio brillo ocultará estos huecos, evitando zonas lisas que son difíciles de pulir y abrillantar y que destacarían negativamente.

En RhinoArtisan, estamos orgullosos de ofrecer el mejor software de diseño de joyas en 3D que facilita el proceso de creación y garantiza resultados espectaculares. Siguiendo estos consejos, podrá elevar la calidad de sus diseños de pavé, asegurándose de que cada pieza no solo cumpla con los más altos estándares de la industria, sino que también deje una impresión duradera en sus clientes.